Tuesday, May 30, 2006
Saturday, May 20, 2006
Sócrates de visita en nuestra época
CRITÓN: ¿A qué te refieres con viajar de manera segura?
EUTIFRÓN: Seguro quiere decir sin estar expuesto a riesgos innecesarios y además poder controlar el tiempo que se tardará en hacer el viaje.
CRITÓN: ¿De qué forma se puede conseguir eso?
EUTIFRÓN: Usando el medio de transporte más rápido, limpio y agradable que tenemos: el metro .
En ese momento llega Sócrates. Critón lo llama y le cuenta sobre su conversación con Eutifrón.
CRITÓN: Sócrates ¿Estás de acuerdo con que el metro es la forma más agradable y segura para viajar?
SÓCRATES: No necesariamente, pues probablemente los motivos que mueven a Eutifrón a preferir el metro no son los más nobles.
EUTIFRÓN: ¿A qué te refieres?
SÓCRATES: A que es la lógica la que está dominando tu elección, no el sentimiento.
CRITÓN: ¿Cómo podría el sentimiento tener influencia sobre una elección de esta índole?
SÓCRATES: Para comprenderlo, en primer lugar dejen de pensar por un momento en el tiempo que tardarán en viajar, pues la necesidad de hacer las cosas rápido es sólo una tendencia que se ha impuesto en esta época. Hace dos mil años las cosas eran muy diferentes: no hay un motivo para tener tanta prisa si sabemos disfrutar de cada momento de la vida.
EUTIFRÓN: Pero el demorar menos en un viaje significa que tendremos más tiempo para hacer lo que realmente nos gusta.
SÓCRATES: Entonces, Eutifrón ¿Admites que no te agrada viajar en metro?
EUTIFRÓN: Creo que es la mejor forma de viajar.
SÓCRATES: Pero consideras que el viaje es una pérdida de tiempo, por lo tanto debe ser lo más corto posible ¿Es cierto lo que digo?
EUTIFRÓN: Aunque no lo diría de esa forma, creo que tienes razón, Sócrates.
SÓCRATES: Ese es el problema, justamente. Cuando hablo de saber disfrutar cada momento de la vida me refiero a que incluso el tiempo de viaje puede ser un momento para disfrutar.
CRITÓN: ¿Cómo podemos hacer eso, Sócrates?
SÓCRATES: ¿Qué ven cuando viajan en metro?
EUTIFRÓN: Poco, pues generalmente estamos en un tunel y sólo vemos oscuridad y, cuando estamos fuera de ese tunel, a veces sólo vemos los techos de las casas que están cerca.
SÓCRATES: Debo confesarles que esa es la razón por la que no me agrada usar el metro. Prefiero viajar en micro, pues cada día me ofrece experiencias distintas y novedosas.
EUTIFRÓN: Pero la micro tarda mucho más que el metro en cualquier viaje.
SÓCRATES: No siempre, pues durante los fines de semana suele ser más rápida que el metro, además, la prefiero porque puedo ver algo más que oscuridad o techos de casas. Andar en micro me permite ver qué es lo que está pasando en la ciudad, además la micro es una parte de nuestra cultura. Lo que ocurre en ella es un reflejo de nuestra sociedad. A veces es un escenario para artistas emergentes, otras veces puede ser la arena donde algunas personas luchan por sus derechos. También es el ambiente donde muchos se ganan la vida. Cuando puedes ver todo eso el tiempo que tarda tu viaje pasa a un segundo plano.
CRITÓN: Me parecen muy nobles las razones por las que prefieres la micro.
SÓCRATES: Es la ventaja de vivir sin prisas.
EUTIFRÓN: La verdad es que tienes razón, Sócrates. Creo que la próxima vez viajaré en micro.
CRITÓN: Yo también lo haré. Tal vez me dará una ueva visión del mundo.
SÓCRATES: Bueno, debo irme. Allí viene la 630. Los veré pronto.
Friday, May 12, 2006
Un día cualquiera en la ciudad
Friday, May 05, 2006
Heinrich Harrer: That's the Olympic gold medal. Not important.
Pema Lhaki: This is another great difference between our civilization and yours. You admire the man who pushes his way to the top in any walk of life, while we admire the man who abandons his ego.
(Seven Years in Tibet, 1997)
Carolyn Burnham: This is a $4,000 sofa, upholstered in Italian silk. It is not just a couch.
(American Beauty, 1999)
Estas dos citas corresponden a dos exitosos filmes aparecidos hace algunos años, en los que podemos apreciar las grandes diferencias entre la cultura oriental y la occidental. La cultura es el lente que usamos para ver la realidad y la configuración que éste ha tomado a lo largo de los siglos hace que veamos mejor algunas cosas que otras. Volviendo a las citas de arriba, me referiré a la de "American Beauty", que en muy pocas palabras refleja nuestro materialismo... si alguien recuerda el contexto en que esa frase apareció en la película podrá ver cómo un simple sofá puede ser más importante que el dejarse llevar por el momento. Nos quedamos en detalles ínfimos y nos olvidamos de vivir como personas en nuestra totalidad. Un triunfo deportivo - o en cualquier área- es admirado por todos nosotros, sin embargo, como lo ilustra la cita de "Seven Years in Tibet", puede carecer de importancia en otras civilizaciones, puesto que en última instancia es una forma más de exacerbar nuestra individualidad y competencia. La búsqueda de admiración también se ha convertido en una necesidad en nuestra sociedad, lo cual resulta un arma de doble filo, pues si bien en cierta forma ganamos una sensación de bienestar cuando logramos un triunfo, el no conseguirlo puede llegar a ser una tortura, ello sin tener en cuenta que por cada triunfador hay miles que se quedan atrás, muchas veces sufriendo. Probablemente cuando el señor Freud escribió su Malestar de la Cultura estaba pensando que los seres humanos inevitablemente nacemos para querer imponernos sobre los demás, por lo que la buena y pacífica convivencia no puede sino ser una molestia, lo cual puede ser cierto en el paradigma en que estamos inmersos, pero debemos estar abiertos a considerar otras posibilidades... aun no se ha dicho la última palabra.